Jorge Riechmann, denomina el siglo XXI como el “Siglo de la Gran Prueba”, un siglo donde nos jugamos el futuro del planeta y la supervivencia como especie. Ante ello, desde la filosofía, la teología y el ecofeminismo, los autores plantean si es posible iniciar un curso civilizatorio diferente, que busque otras metas y fomente otros valores: acoger al extraño, cuidar lo frágil, hacer las paces con la naturaleza, y aceptarnos como los seres vulnerables y mortales que somos.