Dorothy Day es posiblemente la figura más importante del catolicismo norteamericano del siglo XX, aunque no es demasiado conocida en nuestro ambiente. Su vida compartida junto a los pobres y su compromiso con la noviolencia activa le granjearon tantas críticas como alabanzas. Siempre fiel a la Iglesia y contundente contra el capitalismo, no todos los católicos americanos la comprendieron ni compartieron su posición. Mujer laica, madre, abuela, trabajadora, revolucionaria y profundamente religiosa, Dorothy ofrece un modelo de vida para estos lances iniciales del siglo XXI.