cultura y justicia"
Nos ha dejado el jesuita Jesús Renau, miembro del equipo de Cristianisme i Justícia
Este sábado 16 de diciembre ha fallecido en Sant Cugat del Vallès el P. Jesús Renau Manent a los 89 años de edad. Vinculado a Cristianisme i Justícia desde los primeros años del centro, ha seguido siendo miembro activo de los diferentes seminarios (social, teológico y EIDES-espiritualidad).
Sus primeras aportaciones a la reflexión del centro fueron en el ámbito de la educación, donde formó parte de un grupo de educadores muy activos en la década de los 80-90. Fruto de aquel trabajo fue la publicación de diferentes cuadernos, especialmente el Cuadern CJ nº 28, Irrenunciables utópicos en la educación.
En las últimas décadas su interés viró hacía la economía y especialmente las aportaciones de la Doctrina Social de la Iglesia. Ha sido el alma de un grupo de economistas y pensadores sociales que, motivados por su entusiasmo, llevaron a cabo una importante labor de reflexión. Recogieron textos y escribieron multitud de artículos en el blog de Cristianisme i Justícia bajo la etiqueta de Irrenunciables.
Además de su tarea de reflexión en los grupos y seminarios, Jesús Renau fue también miembro del Patronato de la Fundació Lluís Espinal durante años, aportando siempre una visión aterrizada en la realidad sobre lo que debía ser el diálogo entre la fe y la justicia en la actualidad. Este compromiso con Cristianisme i Justícia lo combinó con otras colaboraciones que mantuvo hasta el final de su vida, cuando la enfermedad y sobre todo la pérdida de visión le dificultaron cada vez más el mantener su actividad. Entre otros, fue consiliario del Casal Loyola de Barcelona, profesor del ISCREB (Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona), colaboró con la Capella Sant Joan Baptista de Badalona y fue director espiritual del seminario interdiocesano.
Escribió numerosos libros de espiritualidad y oración para jóvenes y para matrimonios, que le hicieron ser conocido y apreciado sobre todo en el ámbito de Barcelona y Cataluña.
Como ya hemos vivido últimamente con los traspasos de Joan Travé o de Víctor Codina, los que formamos parte de esta casa lo echaremos de menos. Aquí tenía su despacho donde recibía cada día mucha gente atraída por su bondad, el don del consejo y su incombustible optimismo.
Descansa en paz, amigo Jesús. Intentaremos mantener su legado, pero sobre todo su inspiración y compromiso para transformar un mundo que no le hizo perder nunca la esperanza.