cultura y justicia"
¿Hablar de Dios en el umbral del siglo XXI?
Hay momentos en que, si nos atrevemos a ser absolutamente sinceros, los mismos creyentes podemos tener la sensación de que hablar de Dios a finales del siglo XX resulta anacrónico, "pasado". Empeñarse en seguir hablando de Dios, ¿no es sencillamente querer mantener una reliquia de un pasado que ya no es nuestro? Además, creer o no creer en Dios, ¿establece alguna diferencia en la vida de los seres humanos? Creer en Dios, reconocerle como tal, es guardar sus mandamientos, cada uno desde su situación: y su mandamiento no es otro que amar como él.