Església

Ante la Iglesia que somos y tenemos, ¿qué Iglesia quisiéramos los jóvenes de CiJ? Quisiéramos una Iglesia horizontal, menos dogmática, adaptada a los tiempos que vivimos, sin diferencias de género, servidora, comprometida, que lucha por un mundo más justo, junto a los pobres, una Iglesia que no tenga miedo de la Verdad y que no olvide que Iglesia somos todos.

Pequeña antología de textos de K. Rahner con motivo del centenario de su nacimiento. Destacamos algunos puntos: Sobre la esencia de la Iglesia remarca que no es ley, sino evangelio. Una Iglesia que es pecadora, por ejemplo cuando ha sido suave con los poderes del mundo y cuando ha sido demasiado burocrática. Considera que los eclesiásticos deben hablar desde la realidad de los trabajadores. No deben moralizar, sino formar conciencias críticas. El depósito de la fe no es una suma de frases, sino el Espíritu que se entrega y opera en hombres concretos.
 

El autor recuerda al nuevo papa, Benedicto XVI, que el ministerio petrino es servicio. Siguiendo el ejemplo de Pedro, critica la parafernalia que rodea la figura papal y llama a la conciliación ante la disidencia. Una Iglesia abocada a los pobres y crítica con los poderes del mundo, humilde y dispuesta a perdonar, ecuménica y decidida a salir y vivir en las periferias, abandonando la seguridad de los palacios y, en definitiva, la seguridad que da el poder.

En 1971 se celebró el Sínodo de obispos, bajo el pontificado de Pablo VI. Se partía del clamor de los pobres y los que sufren violencia. Una de las primeras veces que se habla de desigualdad y contaminación y consumo. Una Iglesia que tiene que vivir amor y justicia al unísono. En 1968, Pablo VI había considerado en PP que "el desarrollo era el nuevo nombre de la paz". Idea y deseo que se vio reflejado en el Sínodo, el último en que los obispos pudieron redactar un documento.