cultura y justicia"
Vicarios de Cristo: Los pobres
Hacia finales del s. XII, un cristiano comprometido en política escribía al obispo de Lisieux: «el pobre es vicario de Cristo». Este título, que el papa Inocencio III acabó reservándose para sí mismo y para los papas, tenía hasta aquel momento un sentido mucho más amplio y se aplicaba a los pobres. El libro es una antología recogida y comentada por José I. González Faus de textos desde los Padres de la Iglesia hasta nuestros días que demuestran que la opción por los pobres y la justicia, no es una invención moderna, sino que están en la raíz misma de la teología y la espiritualidad cristianas.