¿Para qué sirve llorar?

cuadernos CJ
El duelo como crítica política

Desdiciendo el tópico que afirma que llorar no sirve de nada, el nuevo cuaderno que acaba de publicar el centro de estudios Cristianismo y Justicia y que lleva por título Para qué sirve llorar, explora la fuerza del llanto como herramienta de resistencia. El autor, José Laguna, afirma que, en el contexto actual de globalización neoliberal indolente, la expresión pública del sufrimiento constituye una crítica política imprescindible. Y esto ocurre porque cuando lloramos no sólo descubrimos a los demás nuestra aflicción interna, si lloramos junto a otros y por otros podemos convertir el llanto en un signo de empatía, protesta, crítica, clamor o resistencia.

De hecho, existe una cierta tendencia a esconder el llanto, a invisibilizarlo. Parece que no interesa mostrar las debilidades y mucho menos que éstas afloren en la sociedad. De todas formas, este lenguaje emocional que expresa una vivencia interior tiene una gran fuerza como lenguaje político. Si nos detenemos a llorar el sistema queda en evidencia y se siente cuestionado, por eso no interesa.

Ahora bien, en nuestra sociedad hiperacelerada, ¿tenemos tiempo para detenernos y llorar? Aunque no suele ser demasiado habitual, es un acto fundamental. Todos los sufrimientos merecen ser llorados. Y a veces nos cuesta hacer el luto. Si no lo hacemos tenemos un dolor social mal resuelto.

¿Cómo podemos transitar del lamento individual al clamor colectivo?

El cuerpo llora individualmente, pero existe un llanto colectivo o diferentes situaciones que nos hacen llorar colectivamente. Durante el éxodo, el pueblo judío tenía un clamor y Dios decidió intervenir de forma liberadora. El llanto colectivo es liberador.

Cuando el llanto personal se colectiviza crea causas comunes y ahí comienza el proceso de la denuncia política y la transformación social.
 

El cuaderno y el autor

José Laguna és teólogo, músico, pedagogo y miembro del Área teológica de Cristianisme i Justícia. Ha escrito en esta colección diversos cuadernos: Y si Dios no fuera perfecto? Hacia una espiritualidad simpática (cuaderno nº 102, octubre 2000), De la liberación a la inclusión? (Cuaderno nº 127, septiembre 2004), Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad (cuaderno nº 172, febrero 2011), ¡Ay de vosotros, distopías evangélicas! (cuaderno nº 181, mayo 2013), Pisar la luna. Escatología y política (cuaderno nº 195, septiembre 2015), Acogerse a sagrado. La construcción política de lugares habitables (cuaderno nº 210, septiembre 2018) y Vulnerables. El cuidado como horizonte político (cuaderno nº septiembre 2020).

Ahora nos ofrece Para qué sirve llorar. El duelo como crítica política (cuaderno n. 230)

Lo podéis descargar en castellano y catalán

[Fotografía de Ramon Garcia Roig]