«La verdad secuestrada»

En este cuaderno del centro de estudios Cristianisme i Justícia, el filósofo Joan García del Muro nos acerca al concepto de la posverdad, cómo hemos llegado a ella y cuáles son sus consecuencias

“Secuestro, todos entienden lo que significa. Es apropiarse, hacer desaparecer a alguien o alguna cosa con un interés. El secuestro de la verdad, entonces, ¿qué significa? ¿Qué es lo que ha desaparecido? La verdad. Y esta desaparición da lugar a la ausencia de la verdad, a la posverdad. Si nos han robado la verdad, lo que queda es aquello que viene tras la verdad. Y eso, si lo pensamos, es extraño. En cierta medida, es una opción peor que la simple mentira".

Con estas palabras del filósofo Joan García del Muro empieza el último cuaderno publicado por el centro de estudios Cristianisme i Justícia, con el título La verdad secuestrada. Recoge la conferencia pronunciada por el mismo autor en la III Jornada de Pensamiento Fe y Justicia que tuvo lugar en junio de 2019. así como las intervenciones del sacerdote y teólogo F. Javier Vitoria y la doctora en comunicación audiovisual Sonia Herrera.

En esta publicación, Joan García del Muro nos acerca al concepto de posverdad, cómo hemos llegado a ella y cuáles son sus consecuencias. El autor sitúa el origen de este concepto en los hechos históricos dramáticos que marcan el siglo XX y que lleva a los filósofos de ese momento a concluir que la creencia en la verdad lleva al fanatismo, el dogmatismo, la violencia y la barbarie. Ven en el debilitamiento de la noción de verdad un mecanismo para evitar el dogmatismo y la violencia.

Pero si este antídoto contra la barbarie surgió con una intención liberadora, para evitar los excesos que se habían cometido en el pasado, “el mundo de la posverdad no ha resultado tan idílico o democrático”, asegura García del Muro. En una sociedad que ha dejado de creer en las grandes verdades, en la que todo se relativiza, nos quedamos sin posibilidad de reivindicar la justicia, la libertad o la democracia. “Al diluir la noción de verdad, se desvanece también el espacio para un diálogo significativo, para un pensamiento crítico”.

La verdad ya no es más que una mercadería, desvinculada de la realidad de los hechos, y la gente la compra de acuerdo a sus ideas, escuchando y aceptando sólo aquellos mensajes que más le convienen y no cuestionan sus opiniones. García del Muro nos habla de la suspensión voluntaria de la incredulidad, un recurso utilizado en las técnicas narrativas literarias o cinematográficas, que nos permite adentrarnos en un relato de ficción y disfrutar de él. El problema es que ahora se ha extendido como herramienta para interpretar la realidad. “Es sorprendente la increíble credulidad con la que aceptamos las mentiras o barbaridades más espectaculares, sólo con la condición que vengan de los que consideramos los nuestros, de nuestras redes, o que nos hagan sentir bien”, dice el filósofo.

Las consecuencias éticas que se derivan son graves: el concepto de justicia se convierte en lealtad a mi tribu, mientras que lo que pueda pasar a los demás me importa poco. “El mundo de la posverdad, al fin y al cabo, es un mundo empobrecido en el que hemos perdido la alteridad”, afirma el cuaderno.

A partir de la exposición de Joan García del Muro, el sacerdote y teólogo F. Javier Vitoria reivindica la perspectiva del pobre, como lugar de revelación de la verdad secuestrada por la injusticia. Vitora reclama “suspender el movimiento que nos arrastra y abrir los ojos para contemplar la realidad de aquello que el poder hegemónico secuestra, quiere olvidar o declara inexistente.”. Por su parte, Sonia Herrera desde su formación como comunicadora, denuncia el carácter eminentemente jerárquico y excluyente de los criterios que marcan la noticiabilidad, condicionados, además, por la precariedad, las rutinas y la desvalorización de la propia profesión periodística. La falta de presencialidad nos hace perder capacidad de empatía y de conocimiento directo.  “Si no vemos al otro, a la otra, es mucho más fácil fingir que no existe o ignorar su dolor”. Mientras, nos recuerda, “la realidad, aunque la neguemos, está ahí y va a continuar siendo conflictiva”.

Joan García del Muro Solans es doctor en Filosofía por la Universitat de Barcelona y profesor en la Facultad de Filosofía de la Universitat Ramon Llull. Ha publicado diversos libros en los cuales analiza, desde una perspectiva filosófica y muy crítica, algunas de las grandes promesas incumplidas de la modernidad.

Francisco Javier Vitoria es sacerdote y teólogo. Forma parte del área teológica de Cristianisme i Justícia. Ha sido profesor de teología en la Universidad de Deusto y en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en San Salvador.

Sonia Herrera Sánchez es doctora en Comunicación Audiovisual y Publicidad. Responsable del Área Social y editora del blog de Cristianisme i Justícia. Está especializada en educomunicación, periodismo de paz y estudios feministas y colabora en diversas organizaciones y medios de comunicación.

Ampliación de información:

  • La veritat segrestada (català) [descargar]
  • La verdad secuestrada (castellano) [descargar]
  • Vídeo-entrevista con el autor: [ver]