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Càritas Diocesana de Barcelona, Mans Unides, Cristianisme i Justícia y Justícia i Pau alertan que la actual propuesta de Renda Garantizada Ciudadana (RGC) excluye a las personas con contratos a tiempo parcial y con ingresos inferiores a 664€
Con motivo de las últimas negociaciones de la Comisión Promotora por una Renda Garantizada Ciudadana con la Generalitat de Catalunya, Càritas Diocesana de Barcelona, Mans Unides, Cristianisme i Justícia y Justícia i Pau alertan que la actual propuesta de RGC excluye a las personas con sueldos por debajo del IRSC.
La Renda Garantizada Ciudadana es una herramienta para la promoción de la persona, su empoderamiento y la mejora de sus condiciones de vida. Creemos que la Renda Garantizada Ciudadana es especialmente necesaria para las personas que no perciben ningún ingreso o tienen unos ingresos inferiores a los 664€ estipulados por el Indicador de Renta de Suficiencia (IRSC), incluidos los provenientes de las rentas del trabajo (en su mayoría contratos a tiempo parcial).
Consideramos positivo que el Govern de la Generalitat de Catalunya esté en negociaciones con la Comisión Promotora por una Renda Garantizada Ciudadana. Sin embargo, creemos que son necesarias propuestas que incluyan las rentas del trabajo cuando éstas sean insuficientes. También creemos que la RGC no debe convertirse en un incentivo para reducir la jornada laboral.
Durante las negociaciones de la ILP, la Comisión Promotora ha propuesto que la RGC sea compatible con las rentas de trabajo.
Creemos que la propuesta de la Comisión es un acierto, ya que hay muchas personas con contratos a tiempo parcial que no llegan a percibir los 664€ del IRSC.
Esta situación afecta a las personas que conviven en la unidad familiar del trabajador, y que en la mayoría de casos son menores. Además, según la EPA del 4º Trimestre de 2016, el 70% de los contratos a tiempo parcial en Catalunya recaen en mujeres.
Los datos de Cáritas Diocesana de Barcelona corroboran esta realidad. A partir de una muestra de 5.000 hogares atendidos por Cáritas, el 85% de las familias tenían unos ingresos inferiores a 664€. De éstas, el 40% tenían hijos menores de dieciséis años. Si sólo tenemos en cuenta las personas atendidas por Cáritas con unos ingresos derivados de las rentas del trabajo, observamos que el 57% tienen sueldos inferiores a la Renta de Suficiencia. Como venimos diciendo desde hace tiempo, trabajar no implica salir de la pobreza.
Por todo ello, defendemos que aquellas personas con un contrato laboral a tiempo parcial y un sueldo inferior a los 664€, puedan acogerse a la Renda Garantizada Ciudadana (RGC). Asimismo, es necesario que la RGC sea complementaria en aquellos casos donde la persona, a pesar de trabajar, no llegue a los 664€ estipulados. Si la persona tiene unos ingresos inferiores a esta cifra, la RGC cubrirá la diferencia para llegar a los 664€.
Pedimos a la Generalitat de Catalunya que se avenga a negociar las propuestas de la Comisión Promotora por una Renda Garantizada Ciudadana y encontrar una solución satisfactoria que sitúe en el centro las personas más vulnerables de la sociedad.